El mundo es caos es un proyecto de creación y producción para una instalación interactiva que utiliza el movimiento de los espectadores para controlar la linea de tiempo de un vídeo y así mismo activar y modular un sistema sonoro que hace vibrar la superficie de una mesa a alta frecuencia.
La instalación se construye en torno a un rompecabezas de 4000 piezas que representa un mapamundi antiguo. Este rompecabezas es presentado bajo dos formas, las cuales buscan crear un dialogo entre si: La primera está constituida por el rompecabezas en su forma material. Las 4000 piezas están dispuestas en desorden, esparcidas sobre una mesa, la cual ha sido especialmente concebida para que la superficie vibre. Para producir la vibración se utiliza el sonido, un sistema informático permite generar y modular el sonido para controlar la frecuencia de la vibración. El fin de esto es poner en movimiento las piezas del rompecabezas que se hallan sobre la mesa, pudiendo incluso llegar a situarlas formando figuras simétricas descritas como patrones Chladni. Esto permite, junto con producir la vibración de la mesa, explorar la dimensión estética del sonido y de su relación con el orden no visible de los objetos.
La segunda forma de presentar el rompecabezas consiste en un vídeo que se proyecta sobre un muro próximo al rompecabezas real. En el vídeo se muestra inicialmente el rompecabezas completamente armado, dejando ver la imagen del mapamundi. A medida que avanza el vídeo se vería la paulatina deconstrucción del rompecabezas. Una pieza a la ves hasta devenir un montón de piezas, tal como se halla en la mesa el rompecabezas real. Como expliqué anteriormente tanto el vídeo como la vibración sonora de la mesa serían controlados o activados por los espectadores. Para esto se utiliza un sensor tipo barrera que entregaría información cada ves que un visitante entra o sale de la sala. Estos datos pasarán al computador para que genere una frecuencia sonora y haga avanzar la linea de tiempo del vídeo. De este modo cada ves que alguien ingresa en la sala el vídeo avanza un fotograma y el sistema de sonido emite la frecuencia que hace vibrar la mesa.
Si en un principio la instalación presenta un rompecabezas en desorden (el montón de piezas en la mesa) y otro en orden (el rompecabezas en la proyección de vídeo) con el paso del tiempo y dependiendo del numero de visitantes de la exposición, los rompecabezas variarán su forma, el primero del desorden a una cierta forma de orden (las piezas en la mesa formando un patrón chladni), el segundo del orden al desorden (el rompecabezas en la imagen vídeo).